¡Es hora de empezar a rentabilizar nuestro dinero! La promesa que hicimos con mi novia
La semana pasada, al regresar a casa de un reencuentro de promoción de colegio, Katia me miró fijamente y me dijo que era el momento de empezar a planificar nuestro futuro, sobre todo por el bienestar y seguridad de nuestros hijos. Tras haber conocido los trabajos y metas de sus amigos, ella se sintió un poco cohibida, pues, si bien teníamos muchos objetivos para los próximos años, nunca habíamos pensado con seriedad en cómo cumplirlos.
Nuestros sueños siempre quedaban en palabras y, realmente, no hacíamos nada por lograrlos. Así fueron pasando los años, hasta que llegó aquella noche. Entonces, planteamos dos cosas que queríamos a toda costa: nuestra casa y un negocio propio. Teníamos dinero ahorrado, pero sabíamos que no era suficiente para alcanzar nuestras metas. Si queríamos alcanzarlas, debíamos invertir y rentabilizar el dinero desde ahora.
Mi novia no quería perder más tiempo. Tenía miedo de que pasaran los años y no consigamos nada. Estábamos seguros de que había llegado el momento indicado para poner a trabajar nuestro dinero en algún tipo de inversión. Incluso, pensando en ello, consideramos el retiro de la AFP para aumentar nuestro monto ahorrado y obtener mayores ganancias.
En aquella reunión de promoción, Katia volvió a ver a Melisa, su mejor amiga de la época escolar. Quedaron en verse dos días después para conversar más sobre sus vidas. Katia me dijo que aprovecharía para preguntarle con más detalle cómo se había convertido en una empresaria de éxito. Melisa le comentó que fue un proceso largo de mucho aprendizaje. Había fracasado en otros negocios hasta que encontró el ideal en un salón de belleza.
Algunas de las claves ―mencionó Melisa― fue tener paciencia y reinvertir lo ganado, algo que sigue poniendo en práctica en la actualidad. Ella lo hace comprando equipos de calidad para su salón de belleza, con la finalidad de mejorar la atención, pero también poniendo su dinero en alternativas de inversión que se ajusten a sus expectativas de seguridad y rentabilidad. Katia se interesó mucho por esta última parte y le preguntó su amiga dónde podía hacerlo, ya que entre los dos teníamos un dinero guardado y queríamos hacerlo crecer para un negocio.
Melisa le contó que tenía el Seguro Vida Inversión Flex de Pacífico, con el cual obtenía una buena rentabilidad y al mismo tiempo mantenía protegida a su familia. Le confesó que con el dinero ganado, sumado a unos ahorros que tenía su esposo, abriría su segundo local en otro distrito de Lima.
Su amiga también le dijo que había recibido una pequeña herencia de su abuela y que pensaba invertirla en el Seguro Vida Inversión Capital, que da la posibilidad de conseguir mayores ganancias en un fondo variable en el extranjero. De hecho, fue inevitable hablar a detalle sobre estos temas por una sencilla razón: la disponibilidad del retiro de la AFP y CTS abría nuevas opciones de inversión. Luego de prestar atención a lo que decía mi novia, me tomé el tiempo de organizar la información más importante en el siguiente gráfico:
Las consecuencias de la reunión de promoción y el reencuentro de mi novia con Melisa fueron positivas. Hoy en día Katia está convencida de que invertir es nuestra mejor decisión para el futuro. Después de escuchar el testimonio de su amiga, Katia se siente más motivada a dar ese paso. Hemos investigado más sobre los seguros y estamos satisfechos con los beneficios que obtendremos, ya que protegemos a nuestros hijos y hacemos crecer nuestro dinero a la vez.
A Katia le repito constantemente que debemos tener paciencia y tranquilidad para ver la rentabilidad de la inversión. Nuestro dinero está seguro y no tenemos por qué preocuparnos. Es ideal que ahora nos concentremos en nuestros trabajos y sigamos aprendiendo más sobre el mundo de los negocios para cuando llegue el momento de poner en marcha nuestro emprendimiento en los próximos años.
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